El futuro de internet pasa por el metaverso. O, al menos, eso es lo que piensa Mark Zuckerberg. Durante los últimos años, Meta -empresa de la que forman parte Instagram, WhatsApp y Facebook– ha estado aumentando la inversión en su división de Realidad Virtual, esa que se está ocupando de levantar el nuevo mundo digital en el que, algún día, los usuarios podrán, prácticamente, replicar la vida: quedar con amigos, hacer deporte, viajar, estudiar o, incluso, tener su propia casa. Evidentemente, este trabajo exige una inversión a la altura que, al menos, a medio plazo, será a fondo perdido. La apuesta es clara, pero el peligro de que, llegado el momento, la tecnológica se pegue el castañazo también.
Solo durante 2021, la división de Realidad Virtual de Meta tuvo unas pérdidas 10.194 millones de dólares. En el primer trimestre de 2022, fueron de 2.960 millones. El ‘agujero’ que el metaverso está creando en la empresa ha provocado, según ‘ The Verge‘, que Zuckerberg haya informado a los inversores de que «ralentizará el ritmo de algunas inversiones». Y es que, todo el dinero destinado a financiar el metaverso procede de la publicidad en redes sociales. Un negocio que, desde hace meses, se está ralentizando por culpa de las nuevas herramientas de privacidad desarrolladas por empresas como Apple.
Las redes ya no son lo que eran
Si Meta ha entrado en el negocio del metaverso es, en buena medida, porque el negocio de las redes sociales de la empresa tiene pinta de estar tocando techo. Y no porque no siga suponiendo una importante fuente de ingresos para la compañía -la mayor con diferencia- sino porque el crecimineto cada vez es menor. En el último trimestre, los beneficios de la compañía fueron de 7.500 millones de dólares, un 21% menos que hace exactamente un año.
Los ingresos por publicidad también han descendido, en concreto hasta los 26.998 millones de dólares. El trimestre anterior se alcanzaron los 32.639. Teniendo en cuenta que Apple sigue empeñada en limitar al mínimo la cantidad de información que las aplicaciones pueden recopilar sobre sus hábitos en la Red, y de que Google está preparándose para adoptar medidas similares, la tecnológica tiene claro que el futuro pasa por otro lado. Por los cientos de miles de millones de euros que los analistas esperan que mueva el metaverso a finales de la presente década. Más teniendo en cuenta el enorme crecimiento que está teniendo TikTok entre los usuarios jóvenes.
Pero, ¿qué pasa si a la hora de la verdad nadie está dispuesto a ponerse unas gafas de Oculus, la marca de Meta?
¿Y si, en su lugar, apostase por las soluciones de otra empresa?
El usuario decidirá
La Realidad Virtual es una tecnología residual. A pesar de llevar amenazando desde hace una década con despuntar, por el momento no son muchos los usuarios que se han decidido a dar el salto. En buena medida, según explicaba a este periódico Alberto Marcos, gerente de desarrollo de la empresa de salas de VR Zero Latency «faltan aplicaciones y usos» para que un usuario corriente se decida a desembolsar el dinero necesario para adquirir unas gafas.
Evidentemente, por mucho que se esfuerce Meta, o cualquiera de las demás empresas que están invirtiendo en este campo, al final será la sociedad la que decida si abraza la tecnología o la deja correr.
La competencia
El metaverso de Meta, que actualmente está dividido en tres plataformas distintas –Horizon Worlds (para juegos), Horizon Venues (para actuaciones) y Horizon Workrooms (para trabajo)-, no está solo. Otras empresas están trabajando en soluciones similares, como es el caso de Epic, con el videojuego ‘Fortnite‘, Microsoft, Google o, incluso, Apple. Empresa que, de acuerdo con los analistas, presentará su primer visor de Realidad Mixta (con funcionalidades de Realidad Virtual y Realidad Aumentada). Llegado el momento, el usuario puede apostar por las herramientas desarrolladas por otras compañías dando de lado las de Meta.
Precisamente, Edgar Martín-Blas, director ejecutivo de Virtual Voyagers, una de las pocas compañías especializadas en la creación de metaversos que hay en el mundo, apuesta a que la entrada de Apple en el negocio de los mundos virtuales será clave para el despegue de la tecnología, «ya que cuenta con muchos usuarios que son fanáticos de la marca». Algo que, en el caso de Meta, no se cumple.